Con 52 votos a favor y 48 en contra, el Senado estadounidense confirmó a la jueza Amy Coney Barrett como nueva integrante de la Corte Suprema. Ocupará el puesto dejado por la fallecida Ruth Bader Ginsburg y se convertirá en la magistrada 155 de este tribunal, dejando atrás todas las polémicas que nacieron por su candidatura.
El pasado 26 de septiembre, antes de que fuese enterrada Ruth Ginsburg, el comando de Donald Trump nominó a Barrett para tomar ese puesto ya que, de esa manera, lograrían obtener a seis representantes del mundo conservador en la Corte Suprema, de nueve en total.
Con esta nueva integrante, Donald Trump suma ya a tres jueces de la Corte Suprema que han sido llevados hasta ese cargo por el mandatario. Los otros fueron Neil Gorsuch y Brett Kavanaugh, ambos de corte conservador.
Esta situación se da en vísperas de las elecciones presidenciales, instancia en la que, si se llega a dar apelaciones en contra de la votación, tendrá a la Corte Suprema como mediadora.
Por Gabriel Valenzuela
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