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Columna de opinión

Fecha de publicación: 3 de abril de 2021

La falsa sensación de confianza

| Gabriel Valenzuela
  Periodista

A principios de año se anunció con bombos y platillos la creación del plan de vacunación masivo en Chile. Instancia donde las autoridades sanitarias afirmaron con recelo que recién el 15 de abril se notarán, muy levemente, los buenos resultados de esta campaña y ya para fines de junio se podrían ver las positivas consecuencias de esto. Pero, a menos de dos semanas que se cumpla la primera fecha, no es descabellado preguntarse ¿Qué pasó?

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Porque en un principio como país comenzamos a ser un ejemplo a nivel mundial con esta campaña de vacunación que, por lo demás, terminó siendo el gran bastión de respaldo para este último periodo de Gobierno. Incluso comparaban a Chile con Israel, una de las principales naciones del mundo que se ha visto más beneficiada con la inmunización de sus ciudadanos. 

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En la actualidad, diversos científicos y especialistas en la materia han explicado y demostrado como este Gobierno tiró por la borda una oportunidad de oro para el bienestar de la salud de todos los chilenos y de su propia imagen. 

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El epidemiólogo y economista de salud de la Universidad de Harvard, Eric Feigl-Ding, daba a conocer esta realidad hace unos días, al explicar que “Chile cometió un error crítico: su Gobierno alivió las restricciones a los viajes, los negocios y las escuelas demasiado pronto, creando una falsa sensación de confianza en que la pandemia había terminado. Este siempre ha sido mi miedo”.

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Porque a juicio de él “en el momento en que comencemos a vacunar, los líderes políticos serán presionados para reabrir inmediatamente antes de que se vacune a suficientes personas. Y la presión política aumentará cada vez más… la presión sobre los políticos será tan grande que luego abrirán las puertas para celebrar el éxito de su programa de vacunas y tratarán de capitalizar políticamente la euforia de la reapertura inmediata”.

De hecho, no sólo este especialista dio a conocer este problema que existe en el país. The New York Times también explicó en un reportaje que el proceso de vacunación en Chile “generó una falsa sensación de seguridad en la ciudadanía”.

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Frente a estas críticas el ministro de Salud, Enrique Paris, aseguró que no era cierta esta tesis y alegó que “se ponen de acuerdo para transmitir esta noticia, eso no es verdad. Si no hubiésemos tenido una vacuna nos hubiesen criticado cien veces más. Nosotros tenemos derecho a mostrar lo que hacemos y lo que hacen los servicios de salud. Si eso causó una sensación de falsa seguridad, eso es lo que hay que revisar, pero ¿quieren que no digamos nada o que no anunciemos nada de lo que hacemos? Tenemos que dar una luz de esperanza a los chilenos o las vacunas lo son”.

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Entonces, nuevamente y como ha sido muy característico de los dos mandatos de Sebastián Piñera, el egocentrismo y la falta de autocrítica se vuelve a hacer reinante de sus trabajadores, porque no se trata de quitar el derecho a este Gobierno de “mostrar lo que hacemos y lo que hacen los servicios de salud”, sino que más bien, cumplir con una lógica en las medidas que se han implementado. 

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Porque, ¿No es provocar una falsa sensación de confianza mantener los malls abiertos en todo el país? ¿No es provocar una falsa sensación de confianza prometer que se verían “leves” mejoras de la situación pandémica el 15 de abril? ¿No es provocar una falsa sensación de confianza realizar cuarentanas dinámicas o sólo por sectores, teniendo en cuenta que la división de comunas en la RM por lo menos, es de una diferencia de una vereda?

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Es verdad que esta pandemia ha sido algo nuevo para todos y que, por lo mismo, se hace lógico que tanto las autoridades como las personas puedan equivocarse. Pero, ¿No sería mejor asumir las responsabilidades y trabajar en conjunto para mejorar la situación que existe, dejando atrás los egos y rencillas? Yo me atrevería a decir que sí, sobre todo, pensando en la salud de todos nuestros compatriotas. 

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