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Columna de opinión

Fecha de publicación: 28 de marzo de 2021

La felicidad

del encierro

| Matías Zamora
  Periodista

Una vez más, gran parte del país entró nuevamente en Fase 1. Con ello, surgen las preocupaciones por la salud mental de cada uno de nosotros al momento del encierro. Cabe señalar que el año pasado un porcentaje importante de la población cayó en depresión (u otros problemas mentales) producto del confinamiento que determinaron las autoridades sanitarias. En este punto, nace la pregunta de si en esta nueva cuarentena, ¿Se puede ser feliz en casa? La respuesta es sí.

 

Al entrar en cuarentena, factores como el tamaño del espacio en el que estoy, la cantidad de personas que hay en la casa, la convivencia con el otro, el desempleo y la crisis a nivel global parecen ser una pared enorme que solo genera un impedimento para entrar al jardín de la felicidad en estos tiempos.

 

Sin embargo, si lo vemos en perspectiva, cada ladrillo que compone este muro de “problemas” es un espacio en blanco al que podemos darle color. Podemos transformar el estrés, la depresión y la ansiedad, en felicidad. Esto, si nos damos cuenta de las oportunidades que se nos presentan al estar en casa.

Si te das cuenta, nos están dando tiempo. La cuarentena nos permite crear, pensar, aprender y, entre muchas otras cosas, aprovechar cada minuto con la persona que tenemos al lado porque puede que un día no esté ahí. Estar encerrados significa tener espacio contigo mismo, desarrollar proyectos, planes y objetivos para que cuando termine esto podamos salir en busca de nuestros sueños.

 

La cuarentena te permite compartir con tu pareja, amar y dejarse querer. Entrar en Fase 1 no es tan malo como puede sonar. Depende de nosotros “dar vuelta el partido” y cambiar la mirada con la que vemos este proceso. Se puede ser feliz cuando buscamos esa felicidad y cuando nos damos cuenta de los beneficios de tener tiempo contigo mismo y con quien compartes tu hogar. #CuarentenaFeliz

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