Este lunes el primer ministro libanés, Hassan Diab, anunció la dimisión de su mandato y disolución de todo su gabinete por las constantes protestas que surgieron a raíz de la explosión en el puerto de Beirut. Esta tragedia reactivó las manifestaciones populares que venían desde antes de la pandemia en el país.
A seis días de la explosión, renunciaron a su gabinete los ministros de Justicia, Finanzas, Medio Ambiente e Información por las tensas protestas que se originaron tras la explosión que hubo en el puerto de su capital. Este accidente ha dejado hasta el momento a 160 personas muertas y más de 6.000 heridos.
El primer ministro culpó a la clase política de su país por su fracaso en su mandato, debido a que “la catástrofe que afectó a los libaneses en el corazón (..) ocurrió a causa de la corrupción endémica en la política, la administración y en el Estado de nuestro país”.
Tras su renuncia, Hassan Diab se reunió con el presidente del Líbano, Michel Aoun, para informarle de manera oficial su decisión. El mandatario la aceptó, pero le pidió que siguiera en sus funciones hasta que pudiera conformar un nuevo poder Ejecutivo.
Por Gabriel Valenzuela