La Corte de Apelaciones de Antofagasta ordenó, en un fallo unánime, que la AFP Cuprum deberá pagar en su totalidad todos los fondos previsionales que la profesora jubilada, María Angélica Ojeda, ahorró durante todos sus años de trabajo. La cifra en cuestión asciende a los $46.569.000.
“Resulta contraproducente que sea únicamente el trabajador que no recibe aporte estatal, ni menos del empleador, acumulando una suma de dinero para financiar su propia vejez, en circunstancias que del trabajo realizado se benefició tanto la comunidad como el propio empleador”, indicó el tribunal al anunciar la resolución de este caso.
“Resulta poco prudente y arbitrario que un trabajador actual, a propósito de la serie de modificaciones efectuadas al Decreto Ley 3.500 haya terminado en un sistema, que, en este caso particular, genera una injusticia que obliga al tribunal a adoptar las medidas necesarias para restablecer el imperio del derecho y decretar lo correspondiente para proteger al afectado”, añadió.
Tras esta decisión, la profesora Ojeda sentó un precedente dentro del mundo de las AFPs, ya que, desde el año pasado, comenzó este camino judicial para poder obtener todos sus ahorros, algo que nunca se había visto antes e, incluso, porque fue declarado inconstitucional en su tiempo.
El principal argumento de la beneficiada, era que durante sus años de trabajo percibía un sueldo de $1.200.000 aproximadamente, mientras que, al momento de jubilarse, comenzó a recibir una pensión de $185.000.
Por Gabriel Valenzuela